24 junio 2010

Abrir

Para llegar hasta tu puerta transcurrí toda la luz. Cuando salí corriendo por la calle desierta la luz se demoraba en la noche invernal. Me gusta cuando me levanto y todavia no amaneció porque todo parece detenido, como si la luz esperara para empezar. Como si esperara que lleguen los edificios, los autos a bostezar, como si esperara.
Sobre la autopista fue rosa, para alzarse siempre dorada y gris sobre la ciudad grande.
¿Creerías que puedo describir ese color del amanecer de hoy? Como el centro de un durazno se abre en tintes rojizos sobre un fondo permanente. Es impudoroso labio ofrecido mordiendose baboso. ¡Cómo destila sexo! Es naturaleza sobre todo, la luz, pulpa espesa chorreando desde el cielo. En la humedad de la luz vine hasta tu puerta.

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