Era viernes y sería de ceniza. No sé. Hoy Jesucristo pide limosna en la esquina y su cruz huele a vino y a barro el pan de cada día. Era viernes y así empezó: Cerraron las agencias de noticias porque dios es grande y no cabe en el mercado de valores. Digo, la Bolsa se desfondó y se cayó la noticia del día. Claro que esta se caía como fruta madura que no ha de comerse, podrido el carozo a nadie le gusta la pelusa. Horas antes de la estrepitosa nadería el primer damo de turno discurseaba sobre los peones, la policía montada, un par de alfiles que juegan cruzado sin dar la mano nunca de frente, tablas en la partida y balas en la partida avenida de la sangre argentina. Jaque al rey. Nunca se supo quién jugaba contra quién. El último cable dijo que dios detrás de dios mueve todas las piezas, porque la mano inconstante que al tiempo azota y da vida no es judiciable. El primer damo se tomó un avioncito hacia el sector cruel, dijeron las agencias de prensa antes de cerrar las puertas. Mi reloj se derritió, desvanecido y tiritando, doblado sobre una rama, se fue desangrando. Gota a gota. Rojo anochecer. Gota a gota, se parece a la mirada de aquel niño, una mirada impenetrable, irremediable como el punto más alejado de la vía láctea. Mirada de espejo que observa su propio cuerpo. Misterio de los reflejos sin luz. El niño mira un televisor apagado, que en realidad no era un televisor (y que importa para un niño ciego). Era una caja de zapatos recogida en el basurero y sin zapatos adentro. Hoy la televisión no muestra niños muertos, hoy muestra cajas de zapatos de cartón hueco y violento.
El cielo se trago el sueño de las estrellas. Se quedó así, como esperando año nuevo. Así esperan los judíos al mesías en la sala de obstetricia. Ahora hay que esperar a que vuelvan a circular las rotativas.
Yo vi que un cangrejo no quería caminar y realmente me alarmé.“Esto no es posible en nuestro país” dijo una vieja con un martillo en la mano. Y palabras como “realmente” y “posible” organizaron un concurso de payanas en mi boca. “Nunca llegué al quinto torito, pero esta noche la vaca está más loca” gimió no sé quien que nacido de mi pie se alejó cargando un maniquí desnudo robado de la tienda de focas “Mary July 14”. Hoy cerraron las agencias de noticias “y no hay quien denuncie las cosas que suceden en este país” empezó Magdalena, pero Larra la cortó de una: “es hora del té, Magdalena, las calles recuperan su virginidad a las cinco de la tarde aunque a usted le suene a milagro o cuento de mi tío abuelo”
Ya no sé qué se podrá hacer. Flexibles y estirados como estamos en la maquina del tiempo, vamos bien. Viento en popa. Estos lapsus en los que el tiempo se detiene, paradójicamente, duran lo que una buena dormida. Al despertar uno dice-“Ese sueñito fue más bello que una muerte” y como Borges inconstante que no sabe quién sueña a quién nos quedamos indecisos en el precipicio entre una muerte bella y una belleza mortífera.
(03-11-2003)
2 comentarios:
muy interesante Nora!
beso
Gubba gabba we accept you
one of us
saludos a jacques por suerte se nuble ya el sol no tironeo de michaqueta y no fue una pena regalarle el dia a mi patron
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