Ayer, charlando con Pablo, recordé este poema que escribí en el 2004. Formaba parte de un proyecto (una exposición de poesía ilustrada) que no fué ni será. El dibujo (es uno sólo, pero no pude escanearlo todo en uno) pertenece a Pamela Cirone. El texto surge a partir de esta obra llamada Los desfigurados. Como no estoy escribiendo nada nuevo, preocupada por la publicación del libro, cuelgo este poema añejado. Espero que los años amarillentos le hayan sentado bien, aunque puede que no, ja...
Los desfigurados I
Introducción y Génesis
Nunca diremos lo que debe ser
Nunca hablaremos la lengua de la verdad ni de la mentira
No queremos lápidas de realidad para nuestras palabras.
Están sonando tambores.
Me duelen las manos; estuve golpeando vidrios contra mi ansiedad.
El mundo está hecho por fragmentos
Dios estalló y es un universo hecho esquirlas.
¿Quien hace sonar los tambores?
En danza las hojas de invierno
recorren
el verde
espectro
de la presencia
estática
de la memoria.
¿No es esa hoja que sigue cayendo la infancia
guardada en mi mirada?
La línea que dibuja mi mano es un retazo del infinito
dispuesta a desplegarse nuevamente.
Dibuje el deseo y se me cayó en un abismo.
¿De allí vienen los choques,
el vértigo,
la aspereza de
un minuto cualquiera,
retumbar,
y otras vibraciones del que está bailando,
un poco dormido,
mientras la vida se ocupa de avisarte de lo que pasa con el dolor
cuando intentabas volver a eso que llaman mundo?
Sólo son palabras, líneas y tambores,
...y en el séptimo día se durmió
y una baba cayó de la comisura de su sueño
y formó a los desfigurados.
Introducción y Génesis
Nunca diremos lo que debe ser
Nunca hablaremos la lengua de la verdad ni de la mentira
No queremos lápidas de realidad para nuestras palabras.
Están sonando tambores.
Me duelen las manos; estuve golpeando vidrios contra mi ansiedad.
El mundo está hecho por fragmentos
Dios estalló y es un universo hecho esquirlas.
¿Quien hace sonar los tambores?
En danza las hojas de invierno
recorren
el verde
espectro
de la presencia
estática
de la memoria.
¿No es esa hoja que sigue cayendo la infancia
guardada en mi mirada?
La línea que dibuja mi mano es un retazo del infinito
dispuesta a desplegarse nuevamente.
Dibuje el deseo y se me cayó en un abismo.
¿De allí vienen los choques,
el vértigo,
la aspereza de
un minuto cualquiera,
retumbar,
y otras vibraciones del que está bailando,
un poco dormido,
mientras la vida se ocupa de avisarte de lo que pasa con el dolor
cuando intentabas volver a eso que llaman mundo?
Sólo son palabras, líneas y tambores,
...y en el séptimo día se durmió
y una baba cayó de la comisura de su sueño
y formó a los desfigurados.
2 comentarios:
Asi es me quedo impregnado el cerebro con esa idea de la baba.
Nora, te dejo mis huellas y mis auras, y queria desearte a vos y a los tuyos un muy buen año.
Besos !!! Dioniso ( El cultivador)
es verdad que es extraño, funciona casi como otro lenguaje al habitual.paralelo. sí, es raro, si lo pienso si.
lo bueno es que nunca pienso cuando escribo.
los dibujos los hago en la compu a pesar de haber sido siempre una pésima dibujante..un dia se cayo el tabú y los dibujos salieron.
saludos!
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